No puedo evitar el sufrimiento porque hace parte de la vida, pero puedo asumir una actitud de esperanza frente a lo que vivo. No siempre es fácil acoger el dolor, pero aceptarlo me fortalece, me transforma, me acerca al sufrimiento de Cristo. No deseo que nadie viva la experiencia que me toca, pero me gustaría que ella edificara mi vida. Si Dios está en tu alma el dolor pasará. ER, El Amor de Dios
No hay comentarios.:
Publicar un comentario