En paz, en su Presencia

Bello es el corazón que está en paz, el que reposa en la Presencia de Dios. El que espera y confía en su bondad y no permite que la incomprensión le robe la alegría. ER, El amor de Dios

En el espejo

Mirando sus ojos vi la profundidad de su mirada y a pesar de las lágrimas Dios estaba dentro. Sentí tanta ternura cuando le vi sonreír, que no dudé en reiterarle mi afecto. Nadie gozó más que yo de verle y saber que en su corazón habitaba la esperanza. No renunciaría a sus sueños y en ella había algo que le decía que era capaz de amar, que era digna de ser amada, que nunca debería avergonzarse de sentir amor. ER, El Amor de Dios.

Experiencias de Vida

No puedo evitar el sufrimiento porque hace parte de la vida, pero puedo asumir una actitud de esperanza frente a lo que vivo. No siempre es fácil acoger el dolor, pero aceptarlo me fortalece, me transforma, me acerca al sufrimiento de Cristo. No deseo que nadie viva la experiencia que me toca, pero me gustaría que ella edificara mi vida. Si Dios está en tu alma el dolor pasará. ER, El Amor de Dios

Sus abrazos

Sus abrazos son tiernos, prolongados...
como si quisiera decirme no quiero que te vayas, te quiero cerca de mi corazón.
Pero mi alma confundio los deseos con palabras...
mi alma lo amó a solas.
ER, Una noche sin Palabras

En Prueba

Hay batallas donde solo sobrevivimos por Gracia. Donde salimos llenos de golpes, con las ropas en girones y un dolor profundo en el corazón del que no logramos liberarnos. La única cosa que tenemos por cierta es que Dios pelea junto a ti y por ti. Hoy me tocó a mí vivir esta experiencia, recoger los pedazos de alma y guardarme mi orgullo en los bolsillos. Más allá de lo que pueda sentir en el momento, de lo que pensé o desee para mí, Dios me dio un corazón capaz de amar y una voluntad para perdonar. Dentro de mí queda algo auténtico, único, digno de ser amado: me tengo a mi misma para regalarme libertad. ER, Una Noche sin Palabras

Hazme reír

Hazme reír

Hazme reír a carcajadas con tu risa.

Ya vertí demasiadas lágrimas hasta el cansancio.

Dame esperanza al menos que pasará la hora

y los dos nos reiremos de nosotros mismos y de lo que sentimos.

No quiero experimentar lo que siento,

pero las pasiones ciegan mis sentidos.

Son lapsus que corroen mi alma.

No te rías de mí, ríete conmigo.

(ER, Una noche sin Palabras)